lunes, 6 de abril de 2009

FEMINISMOS, MÉXICO 2009


Imagen: gentileza de Colectivo Emma Goldmann

Feminismos, México 2009
MITOS Y REFLEXIONES

x Victoria Aldunate

En los reportes del XI Encuentro Feminista –institucional-, sólo algunas feministas autónomas tienen nombre, otras son mencionadas como “indígenas bolivianas”. Pero el racismo y el colonialismo no andan solos, se acompañan de xenofobia y clasismo. Estos reportes también subrayan, que “una académica de origen italiano, informa” a las latinas y caribeñas, en el Encuentro Autónomo (1)
Entre otras cosas, la corriente autónoma, con más de una década de procesos políticos diversos (pensamientos, activismos, propuestas) es mostrada como “autodenominada autónoma”, “dicotómica”, discriminadora de los hombres, rebelde sin causa, envidiosa y mediotonta…


Los lenguajes acomodaticios también hacen nata. Ahora, antónimo de autonomía llegó a ser “pluralismo”(2).

Y este lenguaje construye realidad, pretendiendo borrar responsabilidades en elecciones estratégicas que, claro está, tienen consecuencias para el movimiento feminista como para muchas mujeres feministas y no feministas -para todas las mujeres empobrecidas por el neoliberalismo-.

Pero, ojo, muchas y muchos, ya hemos aprendido, en diversas luchas sociales, que tu estrategia es tu política, y que demasiadas veces, los medios terminan desplazando a las utopías para transformarse en fines pragmáticos, puramente reformistas, reforzadores de lo mismo que pretendes destruir.

DE TODO EN LA VIÑA DE LO REACCIONARIO Y PATRIARCAL
Los mitos son fantasías creadas para explicarse la realidad. Pero, en general, no son ingenuos o neutros, si no que ideologizan. A veces, sobreideologizan. Estos últimos, he notado, son cuidadosamente construidos – y aunque muy básicos, es decir, simplistas- apuntan a una “política fácil”, por así llamarla, en desmedro de las ideas que se quiere desautorizar.

Por ejemplo, aquel mito sobre comunistas comewawas que iban a expropiarte hasta un pedazo de jardín, si tu casa era más grande que la de la vecina... sigue siendo efectivo -en Bolivia, la derecha lo usa como pan caliente- igual que en el tiempo de Allende en Chile. Muchos y muchas, lo creen.

Otro ejemplo: a las mujeres que viven violencia, les gusta que les peguen. Se lo he oído hasta a psicoanalistas que posan de “jóvenes brillantes”. Y este, tendré que explicarlo porque si al anterior, las comunidades de las izquierdas le salen al paso con argumentos, este otro, la masa de compañeros y compañeras, se lo traga, sin masticar…

Explicación desde mi lugar social: A nadie le gusta que le peguen como a nadie le gusta estar cesante. Otra cosa es no haber desarrollado las habilidades para salir del círculo negligente y estar viviendo en sociedades que aplastan a las mujeres y a la gente empobrecida.

Vamos a otro, ¿qué tal ese de los pobres son pobres porque son flojos?… -ese no lo explico porque saben cómo responderlo-…

¡Pero este sí que es popular en las derechas e izquierdas!: el feminismo es lo contrario del machismo…

A-b-c (explicación básica para principiantes y no tanto…): paso 1: feminismo y machismo no son equivalentes. Paso 2: machismo = conducta de macho/ feminismo= movimiento político, social, propuesta ética, activismo de mujeres. Paso 3: machismo viene de macho, feminismo no viene de hembra...

Bueno, ahora surgen otros mitos sobre feministas, pero desde dentro del feminismo y con el crédito del XI Encuentro. Algunos, los más simplones provienen de escribidores que parecen no distinguir movimiento social de farándula, y dan un maquillaje morboso a declaraciones que quitan de contexto(3)… Otros, están sacramentados por feministas.

DICOTÓMICAS Y ESCASAMENTE REFLEXIVAS (¿ALGO TONTAS?)
Mito 1: consolidado. Andaba rondando desde el 96, pero ahora se coronó Rey:

Las feministas autónomas son unas dicotómicas que no distinguen matices y no entienden que todas nos necesitamos y que el feminismo es la gran madre, siempre de brazos abiertos –capaz que hasta de piernas abiertas- para contenerlo todo, de todo, a todas y a todos.

Subtexto (texto no dicho, texto detrás del texto): “Las feministas autónomas son unas tipas muy básicas, no ven matices, son ciegas, no aceptan a los Estados –persecutores-, no ven lo bueno en las leyes VIF (de la llamada Violencia “Intrafamiliar”), envidian los puestos de poder de las tecnócratas de Género, y no entienden que el enfoque de género era justo lo que necesitábamos que el Banco Mundial, los ejércitos y las democracias burguesas, incluyeran”…

¿Será que hasta la Condolezza, la Kirschner, la Bachelet –ya que son mujeres- caben en el feminismo? ¿Será que hay que incluir enfoque de género en Guantánamo?

Mito 2: misógino. Nuevo en el feminismo, viejo en el patriarcado. Adoptado por feministas ahora, y aceptado por algunas personas trans. Consolidándose.

Las feministas autónomas odian a los hombres, discriminan, insultan, humillan y ofenden a las trans por haber nacido con cuerpos de hombre…

Subtexto: “Las feministas autónomas son unas fachas, envidian el pene y no entienden que no hay diferencias políticas entre definirse femeninas y definirse feministas. No quieren incluir, luego de más de medio siglo de feminismo radical -hecho a pulso-, a una lucha, con algunas afirmaciones o autoafirmaciones del Ser Mujer”…

¿Será que para demostrar “pluralismo”, el feminismo debe dejar a un lado la pretensión de desconstruir el Género y asumir un “femenino” renovado y consensuado?

¿Y es que las feministas, somos tan tontas –como dice Julieta Paredes- que no hemos podido definir en décadas qué es Ser Mujer, mientras que las compañeras trans, lo descubrieron al instante en sus propuestas políticas?

¿POR QUÉ LOS ENCUENTROS FEMINISTAS SON SÓLO DE FEMINISTAS?
El fomento del odio contra las autónomas, se ha asentando, cómodamente, en esa furia que les surge a los compañeros cuando las feministas creamos espacios y procesos feministas sólo de mujeres feministas. Aunque he notado que no es lo mismo si se trata de una juntada de vecinas a tomar el té. Ahí, a los compañeros –con un clasismo inusitado- no les importa estar, parecen no darle valor alguno a esa ceremonia femenina, es más, escapan de ella. Pero si se trata de construcciones sociales –que pueden amenazar el poder patriarcal del que ellos gozan y al que no renuncian-… ahí les comienza a habitar una furia que parece surgir de su costumbre cultural- y por ende política-, a ocupar todos los espacios, especialmente los públicos.

Como en el autobús, cuando ellos abren las piernas, las estiran, las acomodan dejándote escaso espacio para las tuyas… sólo porque son hombres. Y tú, sólo porque eres mujer, te ves obligada a juntarlas para darle espacio a “El”.

Nunca me he atrevido a dibujar una línea divisoria para que mi compañero de asiento note que está invadiéndome… y es que le parecería inaudito. Eso mismo les pasa a muchos varones anarquistas y de las izquierdas, cuando les planteamos que nuestros encuentros u organizaciones, son de mujeres solamente…

A grosso modo, desde esta otra mirada, muchas pensamos que es parte de la propuesta política que las organizaciones de pueblos originarios sean de compañeras y compañeros de pueblos originarios, y que los grupos anarquistas sean sólo de anarquistas. Que a los congresos comunistas, vayan sólo comunistas, y que los encuentros de feministas sean sólo de feministas. Y de mujeres feministas. Porque la política feminista se hace desde los cuerpos de las mujeres, cuerpos con una historia de opresiones de género y con procesos de resistencias y rebeliones de mujeres que han ido construyéndose y eligiendo ser feministas.

Esto no niega que si las bases, lo hubiésemos definido –colectivas, feministas sueltas, lesbianas feministas, artistas feministas, otras organizaciones feministas, No institucionales- tal vez, muchas habríamos estado de acuerdo con un intercambio de coordinaciones, encuentros u otra fórmula que nos acomodara a todas y a todos. Intercambio con organizaciones de compañeras trans, de hombres que piensen que son feministas, y otras.

Digo, si lo definimos las bases, no las políticas institucionales, y subrayo que en nuestra lógica política, no burguesa, no se “vota” a mano a mano alzada -como en una reunión de padres y apoderados-, si no en discusiones y reflexiones.
Y es que, el movimiento feminista también es político, tal cual los demás, aunque el patriarcado quiera enseñar que es un espacio liviano, trivial o de autoayuda. Con todo el respeto que tengo por los grupos de autoayuda, el feminismo no es eso, aunque cumpla millones de veces esa función en la vida de cada una.

Así estamos. Cuando afirmas políticamente -como lo hacemos nosotras- que lo personal es político, las interpretaciones faranduleras, patriarcales y simplistas a este postulado, pueden ser millones. Desde que te exijan ser la gran madre de todo el mundo, que imaginen que serás una monja sin sexo, hasta que esperen de ti que vayas todo el tiempo como una bataclana seduciendo a quien se te ponga por delante, sólo para demostrar “lo feminista que eres”. Eso ya lo sabíamos, lo hemos vivido desde que cada una se hizo feminista. Lo relativamente nuevo es la explicitación de una interpretación tan reduccionista y patriarcal, desde el interior del propio feminismo.

1. Latinoamérica: Dos feminismos y dos reuniones en México. Sara Lovera, y también Crónicas del XI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe. SEMlac. Democracia, hombres y fiesta. Sara Lovera.
2. Así mismo se autodenominó una funcionaria del SERNAM, Servicio Nacional de la Mujer, en $hile, cuando enfrentaba el cuestionamiento de mujeres desconformes con sus políticas llamadas de “VIF” (Violencia Intrafamiliar), dijo que ella y todo el SERNAM, eran “feministas plurales”.
3. “Feminismo-América Latina: Entre acuerdos y desacuerdos”, por Diego Cevallos, México, 20 marzo (IPS).

viernes, 3 de abril de 2009

ENCUENTROS FEMINISTAS, DIVERSAS FORMAS DE ENTENDER Y HACER LA POLITICA



Encuentros feministas: diversas formas de entender y hacer política

Ante un feminismo hegemónico, que se presenta como oficial, que pretende representar y hablar a nombre de todas, la disidencia es... deseo de vivir en y por las utopías.

X Norma Mogrovejo Aquise

En los últimos días se han realizado en la ciudad de México diversas reuniones, encuentros, debates, foros y marchas que expresan las diferentes corrientes de pensamiento feminista Latinoamericano y Caribeño. El XI Encuentro Feminista cuya sede fue elegida en el anterior Encuentro, en Brasil, fue el centro de diversos cuestionamientos y que llevó a muchas feministas a generar espacios diferenciados de reflexión.
El 28 de febrero se llevó a cabo una primera reunión, convocada por feministas de la vieja guardia mexicana quienes a decir de algunas de las asistentes, no se sintieron convocadas en la organización del XI Encuentro, ni en el eje de discusión: “Los fundamentalismos” . Pese a los disensos, la convocatoria al diálogo constituyó una acción positiva que reunió alrededor de doscientas mexicanas. El tema central giró en torno a los avances y retos del movimiento feminista mexicano en la consecución de derechos y el ejercicio de políticas públicas. Milenio Feminista organizó una mesa cuyo centro del debate fue el cuestionamiento al tema de los fundamentalismos como un tema central que convoque al Movimiento Feminista Latinoamericano.
Del 12 al 15 de marzo en el local de la CNTE, cerca de doscientas Feministas Autónomas de diversos países de América Latina se reunieron con un presupuesto básico que cubrió la alimentación de los cuatro días y parte de los pasajes de varias de las convocadas. Desde el cuestionamiento a la institucionalización del feminismo latinoamericano y caribeño, plantearon un encuentro autogestivo, crítico a la tecnocracia feminista y los manejos presupuestales, las asistentes se apropiaron del lugar y en comisiones organizaron la limpieza, la distribución de los espacios y las comidas. En coherencia, no hubo hoteles contratados, sino una red de alojamientos solidarios.
Desde distintos lugares se revisaron los orígenes de la corriente de la autonomía, El Salvador 1994, Chile 1996, "Las próximas", "Las Dignas", "Las Cómplices", "Comunidad Mujeres Creando", "Memoria Feminista", "Las Chinchetas", compartieron las reflexiones desde sus prácticas: crítica a la oenegización del movimiento feminista, la transformació n de las agendas debido a intereses de las agencias de financiamiento, el proceso a Beijín y la instalación de la tecnocracia de género, los intereses económicos antes que los cambios societales, la descentración del sujeto mujer y la instalación de la categoría de género que despolitiza la lucha de las mujeres, la participación en la generación de la corriente autónoma, las coincidencias, los disensos.
Ante un feminismo hegemónico, que se presenta como oficial, que pretende representar y hablar a nombre de todas, la disidencia es vivida con dificultad y soledad. Sin embargo, juntarse desde lugares remotos y replantear las resignificaciones y resistencias en una sociedad donde el neoliberalismo pareciera no dejar lugar a experiencias más allá de los mandatos de los intereses macroeconómicos, las autónomas viven en comunas, ejercen economías solidarias, desde Bolivia; Mujeres Creando hilan fino con su propuesta de un feminismo comunitario, Seminarios de reflexión en distintos países generando discusión y corrientes críticas, publicaciones periódicas, editoriales, grupos de acción, la generación de un cuerpo colectivo que se desnuda, se apropia de espacios, protesta, reclama, expresa, se reinventa, un cuerpo y un pensamiento anticolonialista. Difícil tarea, pero cuatro días dieron para tomar fuerza, energetizar el deseo de vivir en y por las utopías.
Y el Encuentro Autónomo irrumpió el Institucional. La inauguración, después que Mujeres Creando hiciera el ritual de pago a la pachamama, un grupo de autónomas subieron al estrado con el dorso desnudo, una letra pintada en el cuerpo que en conjunto gritaba “¡AUTONOMIA!” y un pañuelo en la boca simbolizando que la institucionalidad ha arrebatado la libertad de expresión con un discurso oficial y ésta sólo es posible desde la disidencia. Y desde ese lugar, se leyó el posicionamiento del Encuentro Feminista Autónomo, un cuestionamiento a la organización del XI Encuentro feminista con más de 650 mil dólares como presupuesto, un insulto a la pobreza del país; los exorbitantes salarios de las organizadoras del encuentro, la falta de transparencia en la información y uso de los recursos, la contratación de hoteles, empresas de servicios y materiales, la toma de decisiones por mayoría, el privilegio de los nuevos sujetos del feminismo, los pactos con partidos políticos y candidaturas; se refuerza las instituciones patriarcales generando tráfico de influencias y prácticas corruptas. [1]
Así, con la crítica de las autónomas, se reunieron aproximadamente mil seiscientas mujeres en el Convento del ex Regina, distintos patios con paneles que transmitían en simultáneo las actividades del foro principal. Con ponencias de las voces más oficiales del feminismo latinoamericano o un foro al estilo del talk show donde eran entrevistadas otras más, voces oficiales, daban lugar a la discusión de los temas planteados. Sin embargo, el Encuentro no dio lugar a plenarias donde se debatiera temas de interés o discordancia. En general pareció un Encuentro de la formalidad, de informes sin debates. Todo parecía preestablecido, como la comida precocida, presasonada, así fue también la designación de la siguiente sede, sin posibilidad a una elección, las colombianas salieron con la pista de un porro a aceptar lo premandado, no hubo lugar a ninguna otra propuesta, luego llegaron los informes de los grupos de trabajo, las jóvenes las más cuestionadoras, las negras las más creativas, las trans aprovechando el foro para sus candidaturas, las trabajadoras sexuales desde el dolor de la persecución, las académicas, unas, las otras y al final una voz disidente que pedía hablar, la coordinadora del foro sin esperar todas las participaciones y en desacuerdo a lo posible por llegar, “tengo hambre y me voy a comer”, abandona la dirección de la sesión y con ella las demás organizadoras y otras más. Una crítica a la metodología que no dio lugar al debate, a la conducción y sentido del Encuentro, una voz que tal vez era de muchas, que luego se acercan dicen, es algo que pensé, que sentí pero no me atreví a decir y así se desvaneció el Encuentro, sin cierre, sin agradecimiento. La comida, las mariachis y luego una marcha que cambió de ruta en obediencia y disciplina a las actividades de un presidente de la república al que no se reconoce legítimo. Escasa asistencia debido a que muchas debían correr a sacar sus cosas de los hoteles porque su alojamiento se vencía a medio día. Con aproximadamente 500 personas, la marcha concluyó en el palacio de Bellas Artes, las consignas dieron cuenta del reclamo por el aborto libre y gratuito, no más violencia ni asesinatos a mujeres, educación laica. Los trans encabezaban la marcha, así los tacones nada inocentes, haciendo puré los pies de sus usuarias llegaron al destino final, ningún discurso, ningún pronunciamiento, sólo la banda de lesbianas que alentaba gritar y cantar cerró la marcha que parecía no llevar a ningún lado.
Paralela a la marcha, un último encuentro o foro dialogal de feministas de izquierda reunió a aproximadamente 25 mujeres que intercambiaron sus experiencias con los gobiernos de la izquierda latinoamericana, Nicaragua, Bolivia, Venezuela y el Distrito Federal, aciertos y críticas, en distintos contextos socio-políticos de la región como también respecto los feminicidios, la brevedad del encuentro no dio lugar a un posicionamiento, fue más bien el inicio de un diálogo por hacer.
Una última marcha cerró la intensa jornada feminista. La que debió ser la sexta, pero denominada la cuarta, debido al registro en derechos de autor del nombre “Marcha Lésbica” y en consecuencia el desconocimiento de iniciativas que no llevaron “la marca registrada”, convocó aproximadamente tres mil lesbianas. Dos bandas alentaban la energía de las marchistas. Consignas que reclamaban derechos, matrimonio, adopción, otras que recusaban las instituciones heteropatriarcales de control, la guerra, el neoliberalismo, el matrimonio e instaban a cambiar la sociedad desde las utopías. En el monumento a la Revolución un estrado invitaba a seguir activando y festejando. El grupo de hip hop Las Krudas cerraba en evento y un discurso de la lesbiana histórica invitaba a reflexionar respecto los símbolos lésbicos, el hacha en vez de una bandera enarbolada por el consumismo del mercado rosa.
Circuló también en los medios electrónicos y escritos, la voz de la corriente de las feministas autónomas del afuera, quienes desconocen la validez tanto del Encuentro Autónomo como del Institucional. Y es que, a pesar de ser reconocidas como iniciadoras de la corriente autónoma; en diversas cartas, sin debatir razones, el argumento quedó como descalificació n basada en difamaciones. Aún sin marca registrada ante la oficialidad administrativa, el reclamo de una autoría que no autoriza autonomizarse, de un deber ser en la obediencia o fidelidades que sacrifiquen justamente el sentido autonómico, paradójicamente, aparece como una posición institucionalizante . Desde el afuera, la crítica, llega como el resentimiento de lo que no se pudo liderar desde la jerarquía.
Así, feminismos que buscan su legitimidad en la interlocución con los Estados, que refuerzan la lógica de un estado de derecho pensado y construido desde la institucionalidad patriarcal. Feminismos que desde la práctica refuerzan las jerarquías y por tanto la institución. Un feminismo que se rebela a las prácticas neocoloniales, que cuestiona las relaciones de subordinación producidas o generadas desde el capital, el conocimiento patriarcal o la institucionalidad para el control social. Un feminismo que desde la contrahegemoní a hace posible una práctica distinta, que desde diferentes lugares de la región elabora coreografías de la resistencia para un cambio radical.


________________________________________
[1] Increíblemente, tanto las compañeras bolivianas como Victoria Aldunate, chilena, que leyó el posicionamiento, recibieron el peso de la represalia. La cuenta de su hotel no fue liquidada por el comité organizador del XI EFLAC. Después de muchas llamadas desatendidas, ésta debió ser pagada por compañeras solidarias, para que las compañeras sudamericanas pudieran dejar el hotel y volver a sus países de origen

POSICIONAMIENTO DEL ENCUENTRO FEMINISTA AUTÓNOMO, FRENTE AL XI ELFLAC



Posicionamiento Frente al XI EFLAC del Encuentro Feminista Autónomo

Nosotras niñas, mujeres y lesbianas Feministas Autónomas convocadas en el Encuentro Feminista Autónomo: haciendo comunidad en la Casa de las Diferencias, desde la rebeldía, la radicalidad y el gozo por las apuestas políticas que el feminismo ha aportado a nuestras vidas y a la construcción de comunidades de mujeres, le hacemos frente al clasismo, al racismo, al sexismo, a la colonización de nuestros cuerpos y de nuestra sexualidad. Por todo eso es que afirmamos nuestras posturas políticas:

Reconocemos a los encuentros feministas como ejercicios de radicalidad desde la complicidad entre mujeres, desde nuestros cuerpos, vidas y conciencias, lo cual implica existir sin ningún tipo de concesiones.

A casi 30 años de feminismo Latinoamericano y Caribeño y once encuentros feministas, es una oportunidad para reflexionar sobre el hacer político y la construcción ética de nuestro movimiento. Los encuentros feministas históricamente han sido y deben seguir siendo espacios construidos y defendidos por y para las mujeres, para debatir, intercambiar, convocar, denunciar, edificar alianzas, defender nuestros derechos, alimentar nuestras utopías y expresar la multiplicidad de nuestras visiones.

Organizar un encuentro feminista debería implicar un compromiso con la ética y autonomía feminista, sin embargo, la organización de este décimo primer encuentro feminista se ha convertido en un espacio que refuerza a las instituciones patriarcales, vaciando y mercantilizando el contenido de las propuestas feministas, ejerciendo un discurso legitimador de prácticas opresoras para las mujeres.

El mal uso del mayor presupuesto de la historia de los encuentros, es un insulto ante la pobreza de las mujeres de la región, una expresión de ello son los salarios exorbitantes para la organización de dicho evento sacrificando las becas para la participación de un mayor número de compañeras.

El ocultamiento y retraso de la información así como la falta de transparencia en el uso de los recursos económicos pueden llevar a prácticas corruptas. Es indispensable entonces, contar con una obligatoria y permanente transparencia sobre los recursos obtenidos. Esa transparencia debió de ser antes y durante, y debe realizarse al finalizar cada encuentro feminista.

La toma de decisiones por mayoría, votando como en la falacia de las democracias burguesas, ocultan lógicas patriarcales, niegan las reflexiones que reconocen las diferencias en las ideas.

Compañeras afrodescendientes, indígenas, lesbianas, pobladoras, que no tienen acceso al Internet o que no pertenecen a las redes de la tecnocracia feminista, no han podido acceder a información ni a becas, en cambio se privilegia a los nuevos sujetos del feminismo y a quienes gozan de las prerrogativas de la sociedad neoliberal.

Los ejes temáticos no han sido decididos por las bases feministas, si no por las políticas emanadas de organismos trasnacionales que responden a intereses económicos propios y de los grandes capitales, ajenos a las necesidades y propuestas del feminismo latinoamericano.

La complicidad con un gobierno de seudo izquierda y persecutor es un dato más en todo esto.

Nosotras soñamos y hacemos un feminismo horizontal, que ejercite mínimos comunes, alejados de las lógicas clasistas, racistas, heterocentristas e institucionales. No queremos un feminismo vaciado de contenido político crítico que se esconde en la categoría de género cuya complicidad con el capitalismo neoliberal pretende controlar y definir nuestros espacios políticos, nuestros apuestas feministas, nuestros cuerpos, vidas y conciencias.

Queremos finalmente saludar a todas las feministas latinoamericanas y caribeñas que han venido con ilusión y buena fe. Las alentamos a ser parte de un feminismo crítico y contra-hegemó nico.

Desde la radicalidad y la autonomía, otro feminismo es posible.

Encuentro Feminista Autónomo
Marzo 2009, México, DF


http://feministasautonomasenlucha.blogspot.com/
mail: feministasautonomas@yahoo.com.br

lunes, 16 de febrero de 2009

¿GÉNERO? ¿QUÉ ES GÉNERO?...EL FEMINISMO NO MUERDE...




¿GÉNERO? ¿QUÉ ES GÉNERO?...*
EL FEMINISMO NO MUERDE…


“Las mujeres son las proletarias del proletariado (Flora Tristán, 1ª mitad del siglo 19)

"Vosotros hombres de fe ¿qué habéis hecho si no persuadirla (a la mujer) de lo irremediable de su servidumbre, hacerla adorar sus cadenas, nutrir sus almas con creencias destinadas a eternizar su cautiverio?
Y Vosotros revolucionarios, ocupados en hacer y deshacer constituciones ¿cómo no habéis pensado en que toda libertad será un fantasma mientras viva en esclavitud la mitad del género humano?". ("La Palanca", Revista mensual. Órgano de la Asociación de Costureras. mayo 1º de 1908).

“Y digamos también a tanto luchador del mejoramiento social e intelectual del pueblo que toda la libertad que anhelan será un fantasma mientras la mitad del género humano viva en humillante esclavitud”… (Carmela Jeria, obrera tipógrafa y feminista, 1907, La Alborada, Chile)

"La Mujer tiene tanto derecho como el hombre de gozar completa libertad. ¿Seguiremos como siempre al paso de tortuga hacia el oasis de las libertades que a cada cual nos pertenece? ¿Es lógico que el hombre sea libre y la mujer esclava? … " (La Alborada, periódico obrero feminista de tirada bimensual, Valparaíso y Santiago, entre los años 1905 y 1907, Chile)

“Si no puedo bailar, tu revolución no me interesa”… (Emma Goldmann 1ª Mitad del siglo 20)

“La actuación de la mujer no implica una participación en el poder masculino, sino cuestionar el concepto de poder. Si hoy se nos reconoce nuestra imbricación a título de igualdad es, precisamente, para alejar aquel peligro” (Carla Lonzi, segunda mitad siglo 20).

Las citas recién hechas no son “Enfoque de Género”, aunque en algunas, el concepto -que podría ser muy valioso dependiendo desde dónde se use- sí se encuentre. De todas maneras seríamos muy injustas diciendo que las ideas expresadas por estas feministas son “Enfoque de Género”, ya que en realidad, sus dichos son feminismos: feminismo obrero, feminismo anarquista, feminismo radical…

Tampoco son nuestra Biblia, no tenemos biblias, los dichos, elaboraciones, acciones, posturas de nuestras compañeras históricas no se presentan acá para mostrar La Verdad, ni las respuestas a todas las interrogantes sobre el feminismo que surgen ya sea de la realidad de nuestros actos o de los mitos sobre el feminismo -que nos imputan cosas extrañas y hasta ridículas…-. Están acá sí, para exponer las rebeldías, resistencias, ideas elaboradas por diversas feministas en la Historia de los feminismos, que no son uno sólo, si no varios. Y en estas expresiones hemos encontrado varias de las denuncias e ideas que nos inspiran hoy como feministas autónomas, lo que no significa que sean las únicas, inamovibles y/o estáticas. Tampoco significa que estas feministas sean las únicas creadoras de feminismos, si no aquellas con las que queremos presentarnos hoy para hablar con quienes nos invitan y con quienes participan.

Somos activistas feministas autónomas, no “expertas en género” ni “tecnócratas de género”.

Esto lo planteamos porque creemos que es importante hablar desde un lenguaje libertario, antisistémico, antipatriarcal, y uno de los lenguajes más opuestos a esto, nos parece el institucional. Para explicar esto, enumeraremos algunos ejes que hoy nos parecen relevantes –aunque no sean los únicos que nos importan-:

1. LENGUAJE INSTITUCIONAL = VIF
Lenguaje institucional para nosotras por ejemplo es:
• hablar de Violencia Intrafamiliar, término que niega el poder diferenciado al interior de la Familia,
• que legitima La Familia patriarcal y burguesa como base social estructural única,
• que niega el Maltrato Infantil como hecho social y político específico en una sociedad adultocéntrica,
• que niega la Violencia contra las Mujeres de todas las edades en todos los planos: económico, laboral, sexual, político, comunicacional, poblacional, etc.

Prueba de esto es la Ley VIF:
Además de no ser eficiente para las que pueden usarla –esposas, convivientes, madres, hijas, abuelas- no toma en cuenta a:

• las jóvenes no casadas, no convivientes, no madres.
• pololas, andantes, amigas, compañeras, amor ocasional… no pintan nada en esta ley porque no son “Familia” con el agresor
• las mujeres en prostitución tampoco, porque no son “Familia” con el prostituyente o con el cafiche, en el caso de que este las agrede, tortura, viola o mata.
• las inmigrantes que caen en mafias de prostitución de mujeres y niñas indocumentadas o nacionales, tampoco están incluidas porque el mafioso no es su “Familia”
• la trabajadora agredida sexualmente por el patrón o por el colega, tampoco es tomada en cuenta porque el patrón o el colega no son su “Familia”…
• la vecina asesinada, violada, humillada en su condición sexual, no cuenta porque no es “Familia” con el agresor-vecino de su comunidad poblacional
• la transeúnte, acosada, agredida, abusada, asesinada, humillada por el varón de cualquier clase social -delincuente o no, obrero o burgués, chileno, extranjero, mapuche o mestizo- que está en la calle y que usa su atribución de poder masculino –desde cualquier etnia o clase- para violentarla, no cuenta porque agredida y agresor no son “Familia”…
• y un largo etcétera…

Así, el resultado de un lenguaje institucional es siempre una salida oficialista y negadora de las realidades populares, sexuales, empobrecidas, marginadas, antisistémicas, etc…

O, al revés, el resultado de las políticas públicas hechas para “humanizar” sistemas inhumanos, será siempre un lenguaje institucional que como el voladero de luces que es, engañará a los incautos e incautas, haciéndoles pensar que las cosas “van mejorando” para las mujeres, para las indígenas, para las trabajadoras, para las empobrecidas, para las niñas, para las viejas, para las jóvenes...

2. VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES: ¿QUÉ ES?…
Es una Política Sexual del Patriarcado. No es la excepción, si no la regla general patriarcal.

El Patriarcado -concepto político feminista, con alcances más allá de la antropología, introducido por Kate Millet (1) y desarrollado por innumerables feministas desde los años 70 en adelante- es un sistema de dominaciones basado en el modelo de la dominación de las mujeres(2) y en la dominación y desprecio por todo lo considerado femenino en este tipo de sociedad (que data de la antigüedad –antes que el Capitalismo-) (3).

Hablamos de Violencia contra las niñas, las jóvenes, las adultas, las viejas, las lesbianas, independiente de su clase, etnia, postura política y de clase: Violencia contra la mitad de la Humanidad.

Hablamos de Violencia Estructural: económica capitalista y neoliberal, fascista, racista, xenofóbica, clasista, arribista, segregacionista, laboral, de pareja, familiar, política, callejera, lesbofóbica, social, cultural, moralista, verbal, física, sexual, psicológica…

Hablamos de todas las violencias, con diversos matices, contra todas las mujeres y contra todo lo que se interpreta como “femenino”.

Hablamos de violencias en las que el objeto es “mujer”, una categoría a la que se le adjudica deberes y rasgos determinados en el Patriarcado.

Así, se violenta a las mujeres, en Dictaduras o Democracias burguesas o revoluciones sociales. En guerras y guerrillas, en la casa o en la calle, en el trabajo o en la cama.

Generalmente se violenta a las mujeres cuado ellas hacen lo que el Patriarcado supone que “un mujer No Debe Hacer”, o cuando ellas No hacen, lo que el Patriarcado supone que “una mujer Debe hacer”.

Violencia contra las mujeres es una Política Sexual del Patriarcado en todas sus manifestaciones: Capitalismo, Imperialismo, Colonialismo, Dictaduras, Fascismo, Neoliberalismo, Socialismos imperialistas, en la Familia, en las Instituciones…

La Violencia contra las Mujeres es inherente al Patriarcado, no es una excepción, si no una regla natural y naturalizada. El Patriarcado es violento contra las mujeres, por definición. Por eso cuando hablamos de violencia contra las mujeres, al menos nosotras, no estamos hablando de una realidad fragmentada de las mujeres, si no desde la cotidianidad del significado de “lo femenino” en el mundo patriarcal.

No hablamos desde una realidad de hombres y mujeres que viven en una sociedad igualitaria y/o equitativa, sino de hombres y mujeres que viven en una correlación desigual del poder.

Una sociedad, donde los primeros son interpretados con un valor más alto y mejor que las otras, donde se entretejen en los cuerpos y existencias de las mujeres, muchas condiciones que las hacen aún más despreciadas, cuestionadas, burladas, manipuladas:

• indígenas
• mapuche
• jóvenes
• niñas
• pobres,

Hablamos de un poder desigual, discriminatorio y que va en desmedro de las otras. Un poder donde el Estado está por sobre la persona, donde La Familia vale más que la comunidad, donde lo Humano es superior a lo animal, donde lo razón está por sobre la emoción y donde los discursos están por sobre el cotidiano…

En el caso de las mujeres, un par de ejemplos en las estadísticas institucionales:

Tiempos y Dineros
Las mujeres realizan más de la mitad del total del tiempo de trabajo en el mundo.

Del total del tiempo de trabajo masculino, las 3/4 partes corresponden a actividades remuneradas.

Del total del tiempo de trabajo de la mujer, sólo 1/3 obtiene remuneración (OIT, PNUD).

Plusvalías
El trabajo doméstico impago de las mujeres subvenciona entre el 25 y el 40 % del Producto Nacional Bruto (PNB) en países desarrollados (PNUD).

El trabajo no remunerado de la mujer en el hogar representa un tercio de la producción económica mundial. (Naciones Unidas).

Entre el 50 y el 80 por ciento de la producción, la elaboración y la comercialización de alimentos corre a cargo de las mujeres (Naciones Unidas).

Si se contabilizara el aporte en trabajo no remunerado de las mujeres el producto mundial se incrementaría en alrededor de 11 billones de dólares.

El trabajo doméstico impago realizado por mujeres en la R.M. ($hile), aporta 17 mil millones de dólares a la economía chilena, cifra que equivale al 26% del Producto Interno Bruto (PIB) de la RM. (SERNAM-Universidad Bolivariana-DOMOS).

Pobrezas y hambre
En total 815 millones pasan hambre, de los cuales 300 millones (36 %) son niños y niñas, y 456 millones (el 56 %) mujeres (FAO).

Las mujeres constituyen el 70% de los 1.300 millones de pobres absolutos del mundo (OIT).

¿LAS MUJERES SON “LAS VIOLENTAS”?
No negamos que las mujeres podamos ser y seamos violentas –así como no negamos que las y los empobrecidos puedan ser resentidos, las y los indígenas, racistas, los niños y las niñas, caprichosos, las y los jóvenes, soberbios. O que cualquier persona, víctima de un flagelo social pueda portarse prepotente. Pero allí donde una encarcelada se transforma en criminal de su carcelero, hay un contexto anterior a esa acción, una relación establecida, instaurada, de poder, que nunca podrá tratar a ambos como iguales.

Los crímenes –no la autodefensa-, los cometa quien los cometa, no se justifican, jamás. La injusticia contextual tampoco.

La Ley Pareja sí es dura. Es dura porque es incoherente y cínica. Está tratando como iguales a quienes sabe que no son valorados como iguales –aunque lo sean-.

3. LA PARADOJA DEL ENFOQUE DE GÉNERO
¿Qué decimos de “Enfoque o Perspectiva de Género”?: Que es un concepto relacional, didáctico –aunque, a veces y dependiendo que quien lo entrega, con un techo muy bajo-, academicista, y que actualmente está tremendamente institucionalizado, es decir usado y abusado por el Patriarcado, porque:

Se convirtió en un Caballo de Troya
Se ha ido convirtiendo en los Estados, en La Moneda, en los partidos políticos, en la Academia –o sea, en la Universidad-, en los Capitales, en el Banco Mundial, en las Empresas, en las ONGs, y en las instituciones de todo tipo, en la herramienta ideal para despolitizar el feminismo, para negarlo. O sea, difumina el carácter político del movimiento feminista, un movimiento social que se ha caracterizado por hacer pública su voluntad política, sus aspiraciones transformadoras de las realidades de las mujeres, su carácter trasgresor y visibilizador de las raíces de la opresión patriarcal (4).

Sostenemos que en la Historia de las mujeres, hay movimientos feministas y de mujeres.

Las “Agendas de las políticas públicas” lograron introducir el enfoque de género, invisibilizando al feminismo y empoderando al sistema patriarcal con la idea de que se ha “humanizado” por medio de este enfoque.

El Capitalismo decidió neutralizar las demandas de las obreras feministas del siglo 19 y 20, concedió el voto a las sufragistas sabiendo que eso no cambiaría el sistema –aunque las feministas sufragistas apostaran a ello- y negó el fuerte movimiento feminista de los años 60 de mujeres surgidas de los movimientos de las izquierdas, y para ello fue creando estrategias que muchas veces se nutrieron de las propias elaboraciones feministas presentándolas con otros nombres.

Así, desde los años 40, en las políticas de Estado y empresariales, junto con la ideología de “recursos humanos” y otros aportes desde la sociología y la psicología, se fue elaborando el concepto MED que significa “Mujer en el desarrollo” –que sonó profusamente en los años 60- y en los 80, se transformó en GED que significa Género en el Desarrollo. MED o GED, son inclusión en el sistema capitalista de las mujeres, universalizadas, uniformadas -burdo como todo uniforme- como si no existiéramos con diferencias étnicas, de clase, culturales, territoriales, elecciones sexual amorosas, elecciones eróticas distintas, etc…

MED y GED son conceptos que blanquean el hecho de que los verdaderos motivos que descubrimos para que la ideología dominante piense en las mujeres, son: por un lado, callarles la boca cuando denuncian y por otro, usar una fuerza de trabajo más barata que la barata. Porque allá donde los hombres pobres son mano de obra barata, la mujeres son mano obra que sale casi gratis y también gratis.
Esto fue denunciado por las feministas en los Encuentros Feministas, desde el primero que se hizo en Colombia en 1981 y también en la Primera Conferencia mundial sobre Mujeres, en México, 1975.

Así, los enfoques tecnócratas “de Género” nos confrontan con la realidad de que en el momento actual, de “mayor inclusión de la Mujer” -como unidad uniformada- en los Estados y políticas públicas, las mujeres empobrecidas en sus diversos territorios sufren, tal vez, la peor exclusión económica de su historia, por pobreza, cesantía, bajos sueldos, hambre, no acceso a la salud, no acceso al aborto libre y gratuito, etc.

El “Enfoque o Perspectiva de Género”, es una categoría relacional que debería ser crítica, pero que ha mutado en acrítica en el campo pragmático –independiente de que feministas lo usen de manera crítica y didáctica-.

Históricamente complejo
Es un término legitimado por la psiquiatría en los años 70 con toda la carga institucional que ello representa.

Ya habían descrito el fenómeno en ensayos, artículos, libros y discursos, entre otras, Cristhine de Pisan, Sor Juana Inés de la Cruz -en la Edad Media-, Louise Michel en la Comuna de París, Alexandra Kollontai en la Revolución Rusa, Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo en la Europa revolucionaria del siglo 19, Emma Goldmann, anarquista, Flora Tristán en Latinoamérica -que publica “Unidad Obrera” un año antes que el “Manifiesto comunista”-, Carmela Jeria en Chile y las obreras anarquistas, a inicios del siglo 20. También, lo estudió y elaboró muy claramente, Margareth Mead en los años 30 del siglo 20, y todas las feministas, de todas las corrientes feministas.

Muchas feministas desde los 70 comienzan a desarrollarlo. Pero en los años 80, varias van descubriendo los resultados de su aplicación: que no se acerca ni de lejos al contenido revolucionario del fenómeno y el concepto “política sexual”, pensado, desarrollado y propuesto por el feminismo de la segunda ola (Kate Millet, entre otras) (5).

Estrategia sistémica
Desde los 80, Género –vulgarizado- ha sido una estrategia de los feminismos liberales –institucionales a la larga- para incluirse en el sistema patriarcal y capitalista de manera que su lenguaje sonara científico y liviano –sin la carga política, activista y radical del feminismo-

Desde los años 80, aparecen “asesoras en género” en las instituciones más retrogradas y fascistas, desde el Banco Mundial -responsable de que el 80 por ciento de los 1300 millones de pobres absolutos en el mundo sean mujeres, sus hijos e hijas-, hasta los ejércitos criminales en dictaduras y guerras.

“Experticie de Género”
Esta inclusión de las llamadas “expertas de género” en las instituciones, ha significado –claro está- no una transformación social radical del sistema patriarcal, si no el reciclaje de postulados de género al servicio de las instituciones más patriarcales

Desde nuestra mirada feminista autónoma –hablo desde Memoria Feminista-, es una elección que ha hecho una corriente de los feminismos modernos que ha rematado en resguardar los intereses de las clases, de las etnias y del grupo sexual dominante.
También ha sido una manera de sacar trozos del pastel neoliberal para fines personales y grupales, partidarios, de poder local y estatal.

Invisibilización de responsabilidades sociales
El Enfoque de Género, distorsionado, negado en su capacidad crítica sobre las correlaciones de los poderes dominantes, sobre las opresiones estructurales y que sostienen al sistema patriarcal, diluye la responsabilidad de no renunciar a los privilegios patriarcales. Difumina la elección de la mitad de la humanidad de elegir el poder dominante. Y justifica la elección de cada hombre que acepta, normaliza, niega, evade, rehuye la crítica a su conducta machista, misógina, de burla, humillante, invisibilizadora, violenta con las mujeres.

El Enfoque de Género distorsionado recicla los privilegios de los varones en una lastimera imagen en que todos somos igualmente oprimidos por el Patriarcado. O sea, todos y todas somos “víctimas” y como en el caso de los crímenes contra la humanidad, propone que todos fuimos responsables y por lo tanto “no hay culpables” (6).

Izquierdas, antisistémicxs y “Género”
El “Enfoque de Género” acrítico también ha sido la manera en que:

• Las izquierdas partidarias, han transformado aquella convicción de “lo primario y lo secundario” en una imagen modernizada, hasta postmoderna –con toda la incoherencia que ello pueda significar para marxistas, trostskistas, leninistas- en una mirada menos patriarcal, más actualizada. Las mujeres como siempre, han seguido estando en un rincón de los partidos. Lo que antes fue “Comisiones de La Mujer”, ahora pasaron a llamarse: “De Género”. Ningún partido alineado con el Socialismo Real ha reconocido que las revoluciones socialistas no “han liberado a La Mujer” como fuera anunciado –así como la Iglesia nunca ha reconocido su culpabilidad en la opresión de las mujeres-.

• Las izquierdas movimientistas y algunos grupos antisistémicos con este concepto y sin mencionar al feminismo -con excepciones- han alivianado aquello de “todos somos feministas, así es que las feministas deberían alinearse, insertarse”… ¿Por qué los grupos anarquistas son integrados por sólo anarquistas? ¿Por qué las organizaciones indígenas son conformados por sólo indígenas?... (Así mismo, los grupos feministas son sólo de mujeres feministas, y los grupos feministas autónomos son sólo de mujeres feministas autónomas, y los grupos de lesbianas feministas son sólo de lesbianas feministas…).

• Los movimientos sociales diversos, niegan el feminismo, y también el feminismo autónomo y/o comunitario –en Bolivia- en Latinoamérica y El Caribe, lo invisibilizan y recortan privilegios del Patriarcado para los movimientos varoniles, que aunque gocen de la presencia de mujeres, se manejan desde miradas androcéntricas y no reconocen la cotidianidad, lo sexual y lo personal como algo político. Y que cuando lo hacen, miran esos ejes desde los mismos prejuicios patriarcales y moralistas ya aprendidos.

4. ¿QUE CÓMO SE INSERTA EL FEMINISMO EN LA LUCHA SOCIAL?...: ¡PUCHAS! ¡FEMINISMO ES LUCHA SOCIAL!
Feminismo es liquidar todas las opresiones, no se trata solo de la opresión de los hombres sobre las mujeres, si no que es el sistema de opresiones el que estamos desafiando (7).

Feminismo = Movimiento político revolucionario
El feminismo ES “lucha social”, no es ajeno a la lucha social. No necesita ser ascendido a “lucha social”, tampoco quiere ser insertado o incluido, ni requiere de la aprobación de los demás movimientos sociales para erigirse como “lucha social”.

El feminismo es acción, activismo, pensamiento, palabra, propuesta ética y política revolucionaria que transgrede el Patriarcado y todos los sistemas de dominación que él encierra.

Por ello la entrega de un pedacito de la reflexión política colectiva a través de Mesas de Género, aisladas y/o aparte de lo que se considera “los conflictos principales”, no es a lo que aspira el feminismo autónomo… Igualmente agradecemos su invitación y que quieran oírnos, ya que tal vez esa es la manera de hacer procesos político-sociales juntos y juntas, y alianzas estratégicas en el enfrentamiento con el Patriarcado, el Capitalismo Neoliberal y el Racismo, por ejemplo, en el $hile actual.

Las mujeres = la Mitad de Todo
Las mujeres no somos un tema ni un problema, si no la mitad de la sociedad, la mitad de todas las comunidades que podamos identificar, la mitad de todos los territorios, LA MITAD DE TODO(8).

El feminismo desde sus albores que podrían ser interpretados en el medievo por algunas (Comunas de autodefensa de Mujeres, las beguinas, las querellantes) o desde la Revolución francesa y luego la Comuna de Paris (Los clubes de mujeres y las brigadas de mujeres), ha sido un movimiento político y social.

Una de sus grandes búsquedas, estrategias, propuestas y problemas, además de los ya mencionados, ha sido la autoconciencia de las mujeres, ya que sabemos que otro dictador importante -además del externo- es el interno de cada una de nosotras, formadas, cotidianizadas, normalizadas en el patriarcado y la renegación de nosotras mismas.

Lo personal es político y la División Sexual del Trabajo
Otra de las importantes propuestas del feminismo es que lo personal es político y no puede ser expulsado de las ideologías como si fuese un problema menor. Tampoco puede ser negada la División Sexual del Trabajo que las feministas socialistas y marxistas han expuesto magistralmente (9)

El punto 1, 2 y 3 de esta exposición son problemas y propuestas políticas del Feminismo Autónomo desde el que hablo y hablamos hoy. Hay diversidad de miradas sobre la Autonomía, nosotras hemos explicitado aspectos de la nuestra en varios documentos y todas nuestras acciones en la calle y sin permiso.

Feminismo Autónomo
Desde los años 90 en Latinoamérica y el Caribe, un tema candente ha sido la autonomía y sus definiciones. Autonomía del Estado y todas sus instituciones, de todos los partidos políticos, de las ONGs y de los Capitales que financian “proyectos” que terminan desmovilizando a los movimientos sociales y anquilosándolos en reivindicaciones que no fisuran al sistema (10).

Entre otros flagelos, el feminismo, por la vía de la institucionalización, ha sufrido la fragmentación de las mujeres en temas: “Aborto Terapéutico”, “Violencia Doméstica y Femicidio”, “Abuso Sexual Infantil”, “Embarazo Adolescente”, “Mujer y anticoncepción”, “Mujer y Trabajo”, “Mujer y pobreza”, “Mujer rural”, “Mujer y Ciudadanía”, “Microempresarias”, “Mujer y Salud”, “Mujer y VIH”, “Mujer indígena” y un largo etcétera…
Esta “metodología de género” ha sido la herramienta perfecta para diseccionar el feminismo como propuesta política, y trivializarla en hechos de la vida de las mujeres, “resignificables” por la ideología de “la humanización” del sistema.

El feminismo se diluye en la presentación de los programas y proyectos que se autodenominan “De Género”, fundamentalmente en los poderes locales y nacionales –municipios, ministerios, policías, fiscalías y tribunales, y pasa a ser inofensivo, una simple acción de “mejoramiento de la vida de la mujer” que legitima como “humanizado” y “no machista”, al partido o coalición gobernante. Junto con ello, le proporciona recursos de cooperaciones internacionales al estado que se autodenomina con política “De Género”.

Cuando las ayudas internacionales para ese estado se acaban, se terminan los proyectos y programas de género. Es más, aunque esas platas no cesen, si hay crisis económica lo primero que se hace es hacer desaparecer la Oficina de la Mujer en los municipios (por ejemplo). Asimismo, los recursos que se reciben en nombre de las mujeres en los municipios, muchas veces se “distribuyen” en otras necesidades no “de género”, se traspasan a programas infantiles y juveniles (por aquella lógica en que La Mujer es Familia y ser para otros), o directamente parecen rendir mucho menos de lo que las propias contribuyentes del municipio creen que es necesario para ellas (cuando se les pregunta… si es que se les pregunta…).

Desde nuestra mirada, si profundizamos, la elección de la metodología de fragmentación de las mujeres en temas, ha sido una elección patriarcal, de clase, étnica, lesbofóbica:

• Sirve, ante todo, a los intereses de la ideología patriarcal, la blanquea, la humaniza, despoja al feminismo de sus ideas, reflexiones y propuestas para presentarlas como otra cosa despolitizada y atomizada. Desmoviliza a los movimientos feministas y de Mujeres, únicos capaces de ser una amenaza medular para el Patriarcado.

• Proporciona al Estado Patriarcal divisas en nombre de las mujeres, generalmente en nombre de las mujeres empobrecidas.

• Retribuye a la Clase Política dominante, legitimándola en sus discursos de autorepresentación que enarbolan “políticas para La Mujer”. La ayuda a ganar elecciones. Le entrega un plus político en sus campañas y en la imaginería social de las mujeres que tienen expectativas de que su situación “mejorará” porque el partido “x” habla “de género”, “de mujer”, o porque “lleva más mujeres en sus listas o porque quiere una mujer como presidenta… Las candidatas son mujeres, que rara vez han participado en Movimientos feministas o de Mujeres, que adhieren fundamentalmente a ideologías y lógicas partidarias –por definición masculinas: jerárquicas y centralizadas, y por ende patriarcales (aunque no lo sospechen o reconozcan)-.

• Sirve a los intereses de clase de la burguesía capitalista y neoliberal que también se ve “humanizada” y que evade como siempre la entrega de recursos a las más pobres, ya que su Estado está recibiendo platas para “La mujer pobre”, muchas veces de otros estados o países. Entre otras cosas, los subsidios “Mujer”:

o “alivian” la pobreza de las mujeres que trabajan sin salario y sin imposiciones en las casas de los ricos y que gracias al subsidio “se las arregla este mes” (el próximo, no sabe)…

o “alivian” la pobreza de la profesora y otras trabajadoras cesantes, intelectuales, profesionales, activistas políticas, cesantes que hacen clases a mujeres “por estos 6 meses que dura el proyecto” (los 6 meses siguientes, no se sabe)…

o “alivian” los pagos de imposiciones a los poderes locales porque las trabajadoras de programas y proyectos trabajan sin previsión social “boleteando”…

o “alivian” –en su autopercepción- la pobreza de las mujeres que no trabajan fuera de la casa, pero logra acceder a algún cursillo productivo que promete un nicho laboral remunerado “para más adelante”…

o “alivian” la cesantía producida por el enriquecimiento patronal, las prácticas antisindicales y la pobreza neoliberal…

o fortalecen el trabajo llamado “flexible”, creado por el neoliberalismo para “aliviar” más que la pobreza, su propia carga y responsabilidades con las y los empobrecidos, especialmente con las mujeres, a quienes les han propuesto la llamada “flexibilidad laboral” como la panacea “moderna” y de “liberación de las mujeres” (11)...

• Sirve a las ideologías y manejos culturales racistas que suponen que ahora los indígenas están mejor porque hay hasta becas indígenas y otros programas para gente de apellido indígena…

• Sirve a las ideologías lesbofóbicas que siguen negando a las lesbianas y a los erotismos no hetereosexuales de las mujeres. Es interesante como Mujer y lesbianismo, parece no haberse convertido en “tema de género” de programas y proyectos estatales y locales en $hile (aunque sí “Mujer y Sexualidad” que generalmente no menciona el sexo lésbico –ni para bien ni para mal-). Puede ser que Ser Lesbiana desborda la estructura patriarcal heteronormativa y por ello el Estado $hileno no sabe cómo abordarla en planes y programas de Género. Así mismo, el concepto mismo de género se intrinca cuando trata de explicar los Deseos, dependiendo de quién y desde qué mirada política lo exponga. Lo claro es que programas y proyectos “de Género” del Estado $hileno, por omisión, siguen sin hablar del incómodo lesbianismo (12).

Como integrante de Memoria Feminista, feministas autónomas, he reflexionado junto con todas, que el Feminismo que queremos es:

• Destrucción del Patriarcado en todas sus formas: ni mejoramiento ni “humanización”:
o Destrucción de los Capitales en manos de privados.
o Destrucción de todas las dinámicas mercantiles que compran, venden, arriendan, controlan los cuerpos y las existencias de los seres.
o Destrucción de todas las dinámicas que compran, venden, arriendan, controlan los potenciales reproductivos de las mujeres y hombres, los potenciales sexuales de las personas.
o Destrucción de todas las dinámicas que compran, venden, arriendan, controlan los potenciales de fuerza de trabajo de los seres en general.
o Destrucción de la propiedad privada sobre la tierra, los territorios, el agua, los minerales; sobre todos los recursos económicos y riquezas mundiales.
o Destrucción de todas las lógicas de dominio: sexuales, heterosexuales, étnicas, políticas, racionalistas, adultocéntricas, androcéntricas, antiecológicas, industriales, culturales (si una tradición tortura, comete crímenes, comercia con seres, la deploramos y la rechazamos).

• Construcción de una sociedad horizontal donde todos los seres sean valorados igualmente:
o Creemos en el valor y derechos de los seres por el sólo hecho de haber nacido, estar vivos, sentir, desear, necesitar...
o Construcción de una sociedad donde todos los seres deberán tener espacio en el mundo, por el sólo hecho de haber nacido –de haberse separado del cuerpo de la madre, de haber sido paridos y paridas y tener un cuerpo propio-.
o Donde el espacio de cada ser sea un espacio físico, económico, psicológico, amoroso, emocional, de cuidados y autonomía sin diferenciación por sexo, genitalidad, deseos eróticos, etnia, humanidad o animalidad (13).

• Construcción de procesos antipatriarcales, trasgresores y revolucionarios con aquellas y aquellos que son como nosotras:
o Una construcción que camina sin día “D”, sin “Toma del Palacio de Invierno”, y sin vanguardias que se arroguen lo que queremos y pensamos las distintas comunidades rebeldes y resistentes de la humanidad.
o Hemos trabajado políticamente en ese camino, con encuentros y desencuentros con otras feministas autónomas, lesbianas feministas, grupos de mujeres autónomas, activistas contra la violencia hacia las mujeres, activistas por el aborto libre y gratuito.
o Hemos trabajado también con colectivos antineoliberales, anticapitalistas, grupos autónomos mapuche, activistas contra la tortura, activistas por los derechos a la dignidad de todos los seres y contra la depredación de la tierra.
o Creemos firmemente en una política de alianzas que involucre procesos políticos con feministas autónomas, lesbianas feministas, feministas radicales, feministas anarquistas, feministas socialistas, grupos de mujeres pobladoras, trabajadoras, y otros grupos de mujeres que hacen movimiento con una mirada desde las mujeres, su problemas, necesidades y propuestas.
o También creemos en una política de alianzas en coyunturas y procesos (si se da el caso de tener mínimos comunes) con diversos colectivos y grupos autónomos: mapuche, libertarixs, defensorxs de los derechos humanos, anarquistas, okupa, ecologistas, animalistas.

• Construcción de una Propuesta ética coherente con lo que pensamos y proponemos…

Sobre los movimientos sociales y sus dinámicas:
o Los movimientos No feministas son eminentemente masculinos en sus formas y fondos, más allá de sus buenas intensiones de No Ser Patriarcales.
o Sus dinámicas de trato entre los individuos son, a veces, hasta humillantes de unos a otros
o Sus lenguajes son masculinos en lo superficial y en lo profundo -hablan en masculino casi todo el tiempo y mayormente haciendo discursos, bajando la línea, mostrando La Verdad; al pie de la letra de los clásicos del marxismo, del leninismo, del trotskismo, del anarquismo, etc.-.
o La expresión de su emocionalidad en política –reuniones, foros, encuentros, acciones callejeras, marchas- es paternalista y/o agresora: humillan, burlan, usan el poder de los discursos aprendidos, de hablar más fuerte, de mostrarle a las mujeres que lo que ellas dicen, viven y hablan, son cotidianidades menores… O se autoperciben como protectores y/o defensores de las mujeres.
o En ocasiones, se ríen avergonzados o prepotentemente (según sea el estilo del oidor) de las afirmaciones políticas feministas.
o A menudo, gritan consignas homofóbicas y misóginas en la calle.
o Entre muchas otras cosas, dan espacios parecidos a rincones para lo que identifican como “la cuestión de género” o “de mujeres”, y aunque gocen de la presencia de mujeres en sus movimientos, éstas aceptan esas reglas y aunque sean muchas, parecen intervenir poco en las discusiones políticas con las dinámicas ya descritas.
o También sabemos -porque lo hemos vivido- que en sus vidas privadas, integrantes de movimientos sociales masculinos –no tenemos estadísticas, sólo experiencias y testimonios- actúan como agresores de sus parejas mujeres y de sus parejas homosexuales. Es una realidad que no desconocemos ni negamos ni invizibilizamos y que también denunciamos activamente en la calle en nuestras acciones, declaraciones y volantes.

Sobre los movimientos feministas
o Junto con ello, consideramos que los movimientos feministas no son la panacea –incluidas nosotras- de “mujeres nuevas”, ni que podamos definirnos como movimientos “No machistas”, “libres de lógicas patriarcales”.
o Sí creemos que las feministas nos diferenciamos por ser movimientos integrados por mujeres y porque uno de los procesos políticos más sentidos y subrayados al interior de nosotras mismas, es el de ir desarmando lógicas y conductas patriarcales entre nosotras y hacia fuera, y buscar otras maneras de relacionarnos en lo privado y en lo público.

Tomadas en cuenta las ideas recién señaladas, cuando asumimos actuaciones políticas de denuncia de persecuciones y medidas políticas racistas, sistémicas, policiales, fascistas –contra mapuche, okupa, anarquistas, defensores de los derechos humanos, artistas y otros actores sociales- lo hacemos con la convicción de que no es un simple “acto de solidaridad”, si no que es un acto político comprometido con lo que pensamos y proponemos para el mundo, es decir un acto político coherente con nosotras mismas, ineludible para quienes oponen al Patriarcado, el feminismo revolucionario.

• El feminismo en que nos movemos es política, acción y propuesta desde las feministas para toda la humanidad.

o Surge desde los cuerpos y vivencias de las mujeres y las lesbianas, a partir de su cotidiano, de sus experiencias en la dicotomía en que somos instadas a vivir entre lo público y lo privado, y a partir de nuestras rebeliones y resistencias al sometimiento y a las opresiones que experenciamos por haber nacido con un cuerpo con genitales femeninos.
o El feminismo es una política desde las mujeres y las lesbianas y su autoconciencia rebelde, que se vive día a día y se construye en la resistencia a las adjudicaciones que nos hace el poder patriarcal.
o Es una política desde las mujeres feministas y desde lesbianas feministas que incluye propuestas revolucionarias y radicales para toda la humanidad.
o Desde una perspectiva ético-racional muchas personas, independiente de su sexo y genitalidad pueden ser feministas, sin embargo, el feminismo lo hacemos mujeres feministas y lesbianas feministas, viviendo desde nuestra propia humanidad concreta y desde nuestras subjetividades, la experiencia de ser quienes somos en el Patriarcado.
o Seguimos eligiendo -hasta este momento de nuestros procesos- colectivas feministas sin la participación de hombres en ellas, ni de homosexuales y/o trans (hablamos de nuestra realidad local). Y esta mirada no excluye –como ya fue planteado en el punto anterior- alianzas, coordinaciones, acciones, reflexiones, encuentros con grupos y movimientos mixtos, homosexuales y trans.

• El feminismo al que adscribimos asume la interrelación de sexo-clase-etnia-erotismo y deseo.
o El feminismo desde nuestra mirada no es solamente “una cuestión de clase”, tampoco solamente “una cuestión étnica”, tampoco solamente “de preferencia sexual” –y no es que No contenga todo eso-.
o El feminismo para nosotras es una cuestión política, de acción y propuesta de mujeres y lesbianas, feministas, desde sus construcciones en resistencia y rebeldía al Patriarcado en el mundo público y privado desde su cuerpo sexuado y materialmente genital.
o La vivencia sexo-clase-etnia-elección erótica, es una constante en la vida de las mujeres y lesbianas feministas latinoamericanas y caribeñas –y no son sus únicas identidades-. Ninguna escapa al mestizaje, tampoco a diversas pobrezas con que se presenta el patriarcado en nuestras vidas, ni tampoco a opciones, elecciones u orientaciones sexuales –o como quieran llamarle- que traen la consecuencia de ser leída por los demás como hetero o lesbiana.
o La vivencia sexo-clase-género-elección erótica, es transversal. No buscamos negarla. Intentamos actuar políticamente siendo coherentes con esas identidades fundidas en cada una. No vamos a renunciar a ninguna, ni colocar como prioritaria a ninguna de ellas. No vamos a fragmentarnos nuevamente y a quedar otra vez a merced de las lecturas masculinas que hacen de nosotras, desde fuera, los teóricos, ideólogos, políticos, filósofos, sociólogos, etcétera…

• La autonomía:
o Es una definición importante.
o No pasa sólo por el dinero, si no por mantener, como individua y como organización, la autonomía ante todas las instituciones: como colectiva, como individua, como postura y mirada política.
o No respondemos, ni creamos ni accionamos a partir de los estatutos de ningún partido, o de las definiciones de financiamiento o de políticas de ninguna institución.
o No accionamos en la vida privada ni en la pública para encontrar la aprobación de los demás, o ser aceptadas, o ser recibidas o permitidas. No esperamos ser aceptadas entre las elegidas por caudillas ni caudillos. Ni ser nombradas como exitosas, privilegiadas, brillantes, mejores… porque cualquier nombramiento no es más que una definición externa a nosotras mismas.
o Entre otras cosas, asumimos el activismo en la calle y sin permiso como lo venimos haciendo en el feminismo autónomo chileno desde los años 90 y en la Memoria desde 2004.
o Nunca hemos pedido permiso a nadie para estar en la calle.
o No necesitamos “recuperar la calle” como rezan algunos llamados, porque nunca nos hemos ido de ella. Y seguimos creyendo que es uno de los lugares donde encontrarse con las demás.
o No nos ponemos la camiseta del patrón, sea éste una empresa privada, el estado, una ONG u otra institución. Trabajamos en ella si nos da trabajo para poder sobrevivir. La respetamos si las personas en ella se portan respetables y respetuosas, nos vamos de ella si nos obligan a elegir entre la espada y la pared porque no aceptamos ni una ni la otra y sólo buscamos aceptarnos a nosotras mismas sabiendo dónde colocamos el límite entre la dignidad y la humillación. No somos buenas esclavas y si alguna vez lo fuimos ya escapamos del territorio esclavista.
o No pedimos permiso a nuestra organización para escribir, para decir, para trabajar donde trabajemos, para formar pareja, para enamorarnos, parir o abortar, para viajar, irnos o cambiar de vida. Pero contamos con nuestras compañeras y amigas feministas para no estar solas en todos esos caminos dolorosos y gozosos.
o A pesar de que nos lo han prohibido las leyes y reglas morales patriarcales, todas hemos abortado cuando hemos querido. Hemos sido infieles a los hombres, hemos terminado convivencias y nos hemos enamorado de mujeres cuando hemos sentido deseos de hacerlo.


Cierre: Ya desmitificamos la “Liberación de la Mujer”, ahora vamos por el “Género”
En su momento lo mismo que sucede hoy con el “Enfoque de Género” sucedió con la llamada “Liberación de la Mujer”, fue otro caballo de Troya que nos vendieron, y que llegó a lo mismo que el famoso enfoque:

• Destapes –que sin dejar de ser un derecho de cada una que quiera destaparse cómo quiera, cuando quiera y con quién quiera- significaron más objetivación de los cuerpos de las mujeres, arrastrando a las niñas y los niños en esa mirada pedófila (que es patriarcal ya que usa los cuerpos jóvenes o infantilizados en sus imágenes eróticas y abusivas).
• También modelos de mujer y de belleza que ocultan a la mayoría de las mujeres No Blancas y con cuerpos indígenas, latinos, asiáticos o afro, tras una mirada anorgásmica, misógina (de modistos –rara vez de modistas-); o tras una mirada farandulera comunicacional postmoderna, que produce bulimias, anorexias, obsesiones por cirugías e implantes: más violencia psicológica contra las mujeres.

Hoy, el Enfoque de Género institucionalizado
• También Cuotas políticas en gobiernos, ministerios, partidos, y otras instituciones para mujeres que llamo buenas esclavas que hacen la misma política patriarcal de siempre a costa de su condición de mujeres y sin nada de mirada política feminista o movimientista de mujeres, y que cuando la han tenido en tiempo pasado, la pierden a cambio de su cuota de poder patriarcal.
• Mujeres militares, mujeres que marchan - hasta torturadoras o colaboradoras de torturadores…
• Mujeres presidentas que practican políticas racistas, genocidas, neoliberales, sexistas, homofóbicas, antiabortistas, paternalistas (ejemplos: Bachelet, Thatcher, Kirschner, Condolezza Rice)

“Mis esperanzas también se dirigen hacia ese objetivo, pero sostengo que la emancipación de la mujer, tal como se la interpreta y aplica hoy, ha fracasado. Ahora la mujer se enfrenta a la necesidad de emanciparse de la emancipación, si realmente quiere ser libre”. (Emma Goldmann, La Tragedia de la Emancipación de la Mujer (1ª mitad de siglo 20)
“HACEMOS MEMORIA: En el año 96, en el VII Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en Cartagena (Chile) muchas decidimos "apellidarnos" AUTÓNOMAS.
Ya no era posible no explicitarse contra la institucionalización del Feminismo, la cooptación de nuestras ideas, y la invisibilización de nuestras elaboraciones”.
Memoria Feminista, feministas autónomas, Feministas Autónomas contra el Patriarcado y por revolucionar la Vida sin Día "D". LA REVOLUCIÓN ES AHORA, HOY, ACÁ...
http://feministautonoma.blogspot.com/
Victoria Aldunate Morales
Memoria Feminista, feministas autónomas
Referencias
1. Kate Millet, activista y escritora feminista, además de escultora, nació en 1934, en EE.UU., St Paul, Minnesota, estudió en la Universidad de Minnesota, en St.Hilda, Oxford Columbia, Nueva York. Vivió en Japón con su pareja por algunos años, un colega escultor, Fumio Yoshimura. En los años 70, publica “Política Sexual”. En 1966 fue parte del comité NOW (National Organisation for Women, Organización Nacional para Mujeres), en 1979 fue a Irán a trabajar por los derechos de las mujeres y fue expulsada. En 1994 publica La Política de la Crueldad. Los postulados principales de Kate Millet estarán dirigidos a reflexionar sobre las causas de la desigualdad y de la opresión de los hombres sobre las mujeres. En Política Sexual, busca el origen de la desigualdad, propone la libertad sexual, la re-organización de las tareas domésticas, analiza el papel de la mujer en el mercado de trabajo y desenmascara lo que ha sido la extracción de apoyo emocional a las mujeres desde los hombres, fenómeno que nos difumina a unas y refuerza el ego masculino de los otros. Un aporte fundamental para el feminismo de Kate Millet, ha sido el concepto de patriarcado como política sexual. Su manera de desarrollarlo no es antropológica, ni exclusivamente psicológica, si no y por sobre todo política de política feminista. Afirma que el patriarcado, en su sentido radical, de igual forma subordina al varón joven bajo la jerarquía del varón adulto. Es decir, lo que define el patriarcado es la separación y diferenciación de jerarquías, pero ello no debe desconocer que el modelo de dominación es el de mujeres oprimidas por el colectivo de varones.
2 y 8. Hilando Fino, desde el feminismo comunitario, Julieta Paredes, Bolivia
3. Memoria Feminista, tríptico de presentación
4. “¿Por qué es necesario seguir siendo feminista? que no nos cuenten más historias (emakume internazionalistak)”, ponencia encuentro de organizaciones sociales, País Vasco, 2006
5. La teoría de los géneros. María Milagros Rivera Garretas
6. Recurrente análisis que hacen los discursos de derecha en Chile sobre el golpe de Estado del año 1973 y que en la práctica se expresa en que en realidad, los culpables andan libres, están en trabajos militares o funcionarios y no ha habido verdaderas acciones tomadas a nivel de gobiernos de la Concertación para esclarecer ni siquiera la verdad sobre los casi 400 compañeros y compañeras lanzados al mar por las policías secretas de el pinochetismo. Lo que se dice generalmente es que fue una “guerra” (que recuerda la estúpida idea de la “La Guerra de los Sexos”) y también que los izquierdistas y las izquierdistas llevaban al país a la debacle por lo cual la derecha estaba siendo víctima también, entonces “todos somos responsables: ningún culpable”.
7. Entrevista a Julieta Paredes, “Julieta Paredes: "Feminismo Comunitario es Feminismo Revolucionario" Victoria Aldunate Morales, kaos en la Red, sección Chile (www.kaosenlared.net)
9. Ver: “Autobiografía de una mujer emancipada”. (Alexandra Kollontai). Luxemburgo, Rosa (1913), La acumulación del capital, México: Grijalbo (1967) y Zetkin, Clara (1907), La cuestión femenina y la lucha contra el reformismo, Barcelona: Anagrama (1976), entre otras
10. Para saber más remitirse a las memorias de VII Encuentro Feminista Latinoamericano y Del Caribe en Cartagena de Chile, en 1996, también estar al tanto de los encuentros autónomos hechos en Latinoamérica y el Caribe (ELFLAC 2007), y del que se hará en México en marzo 2009.
11. Remitirse a conceptos como: Capital Social, Desarrollo sostenible, Políticas de alivio de la pobreza, etc.
12. Hablamos sólo de los programas y proyectos institucionales $hilenos de los poderes locales y estatales (políticas públicas) que no hacen mención al Ser Lesbiana. Sabemos que el mundo considerado desarrollado trabaja arduamente en políticas públicas que supuestamente “beneficiarían” a lesbianas y trans. Y por otro lado, consideramos que mundialmente, la industria cinematográfica estadounidense (por ejemplo) se ha encargado de producir seriales livianas y patriarcalmente eróticas –muchas veces, otras no- para “incluir”, “insertar” a las lesbianas en las imágenes postmodernas. Imágenes que por lo general, no dan cuenta de cotidianidades, pobrezas, reflexiones políticas de las lesbianas.
13. Espacio en el mundo y postura ética 2003 ¿

Otras Fuentes:
• Todas los escritos, panfletos, declaraciones públicas, trípticos, manifiestos, artículos de Memoria Feminista.
• Nombrar el mundo en femenino. Rivera Garretas, Mª Milagros. Barcelona (1994). Edit. Icaria
• Engels, Friedrich (1884), El origen de la familia, la propiedad privada y el estado, Barcelona: Planeta, (1986).
• Artículo: La Violencia de la Globalización de Vandana Shiva Publicado en www.nodo50.org/mujeresred, Año 2003
• "Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas”. Marcela Lagarde, Ediciones UMéxico. Año 2003.
• La Violencia en Casa. Marta Torres Falcón. Editorial Paidos, Buenos Aires, 2001.
• La Obsesión de Lilith: No Más Violencia contra las Mujeres. Escrito de Victoria Aldunate Morales, 2008 (kaos en la red, De Igual a Igual, La Haine, entre otros).